Mientras los grupos del crimen organizado se disputan territorios y poder en México, los gobiernos intentan combatirlos, y las instituciones impartidoras de justicia se ven rebasadas, los ciudadanos mantienen otra batalla más personal y dolorosa: contra el olvido.
Como último recurso de quienes sufrieron la muerte violenta de un hijo, o ante la zozobra de buscar a un desaparecido, sus familiares han instalado, recibido y apropiado cinco memoriales en la avenida más importante de Ciudad de México, el emblemático Paseo de la Reforma.