Los policías y juez calificador de Tlalnepantla, Estado de México, que localizaron a Marco Antonio Sánchez Flores el 27 de enero, fueron “negligentes” e incumplieron con protocolos de protección a derechos humanos, al dejarlo ir sin cerciorarse que se trataba del joven desaparecido en la Ciudad de México cuatro días antes, aseguraron dos especialistas entrevistados por Animal Político.
Aunque debería haber una investigación de oficio por la actuación de estas autoridades en la Procuraduría General del Estado de México -así lo señalaron especialistas consulados-, hasta el momento sólo los cuatro policías que participaron en la detención en la Ciudad de México se encuentran como imputados en el caso.