Sin órdenes de aprehensión de por medio o denuncias. Sin una investigación en curso o trabajo de inteligencia. Sin que se hubiera cometido algún delito en flagrancia, o protagonizado un disturbio.
Con el único argumento de tener “una actitud sospechosa”, la policía estatal de Veracruz, en la administración de Javier Duarte, detuvo y desapareció de manera forzada a al menos 15 jóvenes, cuatro de ellos menores de edad, en un periodo de apenas seis meses en 2013.