Jennifer Atziri Barajas Chávez tenía cinco años de edad cuando fue violada y asesinada por su vecino Luis Roberto, alias “El Wicho”, detenido al día siguiente en el municipio de Coacalco, Estado de México.
Las pruebas que incriminan al imputado son contundentes: su ropa con sangre de la víctima, el arma homicida hallada en su casa, el testimonio de Abril Chávez, la madre que lo alcanzó a sorprender en la escena del crimen y su confesión. A casi tres años aún no hay castigo puesto que no se ha dictado la sentencia.