Ella soñaba con pertenecer a la comunidad de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Ingresó al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Vallejo, escuela donde fue atacada sexualmente por un empleado, y donde las autoridades académicas no le han respondido eficazmente.
Incluso, la criminalizaron desde un principio y ahora “la difaman, la exponen y la culpan de la agresión sexual que sufrió”, denuncia Yadira, madre de la estudiante violentada en los baños de la Cafetería Cibarium.