Hoy las cañadas, los cerros y el ajolote de las comunidades están en riesgo, alertan sus habitantes.
En donde hay cañadas, las autoridades vieron un río de aguas negras. En el hábitat de una especie de ajolote que está en peligro de extinción, vieron el lugar perfecto para dar permisos a la instauración de minas.
Esa es la realidad del municipio de Tepetlaoxtoc, uno de tantos en el Estado de México al que desde hace dos años llegaron explosivos y maquinaria pesada a extraer basalto y arena que es usado para la edificación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).