“Memoria que resiste”, fue la frase que eligieron los deudos para resumir una década de dolor e impotencia.
Los asistentes a la conmemoración en Creel macharon en silencio desde la parroquia Nuestra Señora de Lourdes hasta la Plaza por la Paz, donde se realizó una misa con 15 sacerdotes, el obispo de la Diócesis de la Tarahumara y el provincial de los jesuitas en México.