A Marco Antonio Cupul Ku, del ejido Dzonot Carretero en Yucatán, las fumigaciones aéreas le destruyeron sus 91 colmenas en un solo día. A Luis Alberto Cahuich, de José María Morelos, Quintana Roo, una fumigación reciente en un campo vecino le acabó sus apiarios. En la misma situación están cientos de apicultores de la zona maya.
De acuerdo a datos de la Alianza Maya por Las Abejas de la Península de Yucatán, más de 326 colmenas han muerto en la región durante 2018 por fumigaciones aéreas. Cada colmena puede albergar de 25 mil hasta 50 mil polinizadores.