La responsabilidad de Joaquín Guzmán, El Chapo, en la tortura y asesinato de tres personas; la de su esposa, Emma Coronel, en la fuga de su marido del penal del Altiplano; y la de los hijos del capo en el asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, fueron las últimas piezas de la estrategia del gobierno de Estados Unidos para fortalecer su acusación de narcotráfico y lavado de dinero contra el sinaloense.
Luego de 34 audiencias en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, donde tiene lugar el juicio contra El Chapo, el Departamento de Justicia movió una pieza demoledora para inculparlo, al exponerlo ante el jurado como un asesino inmisericorde.