Tras el anuncio la noche del lunes del gobierno de la Ciudad de México de la declaratoria de emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, la capital mexicana continuó ayer con su lento proceso de ‘apagado’.
Bares, terrazas, restaurantes, tiendas de ropa, y plazas comerciales, bajaron la persiana para unirse a los cines, teatros, y museos, que también pararon labores desde la semana pasada, y a las empresas y corporativos que, dos semanas atrás, mandaron a sus empleados a hacer ‘home office’.