En plena pandemia las acciones económicas del gobierno de López Obrador son disonantes; tras plantearlas, hace “ajustes” que desconciertan a sus propios colaboradores. Así sucedió con la iniciativa de reforma a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, mediante la cual propone un ahorro superior a los 622 mil millones de pesos, suprimiendo 10 subsecretarías y recortando el sueldo “a los altos funcionarios públicos”. Más aún, la iniciativa faculta al Ejecutivo a reorientar el gasto bajo sus criterios y no conforme al Presupuesto de Egresos aprobado por los diputados.
La “austeridad republicana” del presidente Andrés Manuel López Obrador –renovada por una de las medidas del “plan económico” para enfrentar la crisis provocada por la pandemia de coronavirus y por el desplome de los precios del petróleo– ha transitado por un atropellado proceso de instrucciones, un decreto y una iniciativa que, de aprobarse, le permitirían a su gobierno reorientar 622 mil 556 millones de pesos.
Aunque no tiene facultades para hacerlo, las órdenes están giradas a las dependencias y entidades para que se empiecen a ejecutar los “ahorros”, en espera de que se apruebe la iniciativa de reforma que adiciona un artículo de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, mediante el cual el presidente podría disponer de esos y otros recursos con discrecionalidad.