Alberto Baillères González, el cuarto hombre más rico de México, dueño de Industrias Peñoles y Grupo Palacio de Hierro, así como inversionista de peso en Femsa (propietaria de la cadena Oxxo), es un damnificado por la crisis impuesta por la pandemia COVID-19; pero no del Gobierno federal.
Como Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, Baillères González es otro magnate que ha sabido entablar relaciones de negocios óptimos con los gobiernos en turno, sin importar su extracción partidista ni ideológica. El de Andrés Manuel López Obrador no ha sido la excepción.