Jorge Mario Pardo Rebolledo, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) -desde el 10 de febrero de 2011- dijo, el 6 de junio de 2024, que los jueces, magistrados y sus homólogos debían de ser ajenos a los “vaivenes de la política”, para que tuvieran independencia y autonomía, así como para que no existiera una lealtad a ningún grupo o agenda, debido a que sus decisiones debían estar basadas en la Constitución y las diversas leyes.
“Sin duda, la existencia de un poder judicial autónomo e independiente, ajeno a los vaivenes de la política, es un requisito indispensable para la defensa de nuestra democracia que tanto le ha costado conseguir a nuestro país”, señaló el ministro, quien además aseguró que la legitimidad democrática de los juzgadores provenía de su “capacidad e imparcialidad”.