Ni en las peores épocas de inseguridad y violencia en Baja California, que iniciaron durante el sexenio de Xicoténcatl Leyva Mortera (1983-1989), cuando le abrió la puerta del Estado al cártel de los hermanos Arellano Félix, o cuando se vivió el momento más álgido en la administración de José Guadalupe Osuna Millán (2007-2013), la Casa de Gobierno, que ambos mandatarios ocuparon en Mexicali, había sido tomada como lienzo para la manifestación ante el hartazgo ciudadano por la inseguridad y la violencia, como sucedió el sábado 13 de julio de 2024 en la vivienda que rehabilitó y donde reside la actual gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Familias, mujeres, hombres y menores de edad, plasmaron su inconformidad ante el alza de la violencia fatal en Baja California, en paredes y puertas de cochera de la Casa de Gobierno en la Capital del Estado. El punto de inflexión fue el feminicidio de la joven estudiante de Medicina, Paola Andrea Bañuelos Flores, de 23 años, sucedido luego que abordara un servicio de transporte DiDi en una de las zonas más concurridas y turísticas de Mexicali.