“Desde el inicio de la administración de López Obrador la política de abrazos, no balazos, se activó a favor de la impunidad de los criminales”.
Por lo menos en 26 años, considerando que la causa penal más antigua que pesa sobre Ismael Zambada García, el Mayo, en México es de 1998, el gobierno de la República lo mantuvo prófugo. Hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto, la entonces PGR, solía tener en su base de datos pública un listado de objetivos primordiales generadores de violencia por los que ofrecía recompensas a cambio de información que llevara a su captura. Entre ellos, se encontraba Zambada, por quien ofrecían entre 20 y 30 millones de pesos.