La caída del “Mayo” Zambada y la de uno de los “Chapitos” detonó en Sinaloa el temor de que ocurran hechos violentos como los Culiacanazos. La zozobra también es alimentada por el homicidio del exrector Cuen Ojeda y el vandalismo en la tumba de Dámaso López.
Incertidumbre y desinformación… La capital de Sinaloa se siente tensa con tres eventos de alto impacto que sacudieron la ciudad en la parte final de julio. Y los tres con un fuerte tufo al narco.
Los tres incidentes ocurrieron o se conocieron en horas sucesivas: primero, la captura de Ismael Zambada García el Mayo, en tándem con Joaquín Guzmán López, hijo de el Chapo Joaquín Guzmán Loera. Esto ocurrió el 25 de julio último. Unas fuentes denuncian traición, otras aseguran que fue una entrega.