El terror causado por “La Familia Michoacana” en la Sierra de Guerrero no tiene freno. En una década la narcoviolencia desplazó a 25 mil personas en el estado. En Petatlán, además, denuncian que las autoridades buscan que la gente regrese a sus casas sólo por causas mediáticas.
Hace un año sicarios de La Familia Michoacana advirtieron a los vecinos de La Palma, un pueblo de la Sierra de Petatlán, que se arrepentirían de no someterse al pago de cuotas y de negarse a ser reclutados en sus filas.
Lo han pagado caro: los criminales están a punto de acabar con el ganado, han devastado viviendas con bombas lanzadas desde drones, mantienen a 50 familias desplazadas y han asesinado con violencia extrema a seis de sus habitantes.