Aunque el Banco Mundial mostraba preocupación por una crisis económica en México, el secretario de Hacienda, José López Portillo, veían problemas a mediano y largo plazo.
Un cable de la embajada estadunidense enviado el 15 de agosto de 1975 al Departamento de Estado, se menciona que el entonces secretario de Hacienda, José López Portillo, había declarado que no se iba a devaluar el peso ni aplicar controles de intercambio, en contraste con la opinión del sindical, Fidel Velásquez, quien recomendaba que se devaluara moneda si la inflación seguía aumentando.