AUTOR: ANTONIO HERAS.
TIJUANA, B.C. (apro).- Marco trabaja de chofer en Playas de Tijuana, aunque vive en una colonia popular de la periferia cerca de Playas de Rosarito.
Su hogar es uno de los 14 mil afectados por el apagón analógico decretado por el gobierno federal. De la noche a la mañana, se quedó sin servicio de televisión por carecer de la tecnología para recibir la señal digital.
Para él no hay explicación alguna sobre la pifia en la distribución de decodificadores por parte de la empresa Teletec de México, contratada por la Comisión Federal de Telecomunicaciones para esa tarea.