MÉXICO, D.F. (apro).- Hoy, el emperador de la democracia mexicana fue el abstencionismo.
“No es casualidad que hoy el triunfador es el abstencionismo. Sentimos que la gente no ha ido a votar por el proceso que se tuvo en las elecciones. La gente se fue decepcionando de los políticos, luego de los partidos y finalmente del gobierno”, admitió el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Baja California, Felipe Ruanova.
Era difícil que no hubiera desencanto. En estos comicios, la desesperanza comenzó hace tres meses. En abril pasado, el PAN dio a conocer que el gobierno de Veracruz y la Secretaría de Desarrollo Social maniobraban para desviar recursos federales a las elecciones locales.
A partir de ahí todo fue guerra sucia y violencia descarnada: asesinatos, levantones, espionaje, amenazas, acusaciones, robos y corrupción rampante.