AUTOR: Omar Sánchez de Tagle.
El conflicto en Michoacán está encabezado por un grupo de esta organización criminal. Cada uno de ellos tiene pequeñas células integradas hasta por 40 personas.
Estas células están capacitadas para robar, cobrar derecho de piso en distintas regiones de la entidad, secuestrar e incluso hasta para armar ataques entre elementos federales o los propios cuerpos de las llamadas guardias comunitarias.
Uno de los primeros análisis con que cuentan las autoridades es que la reaparición de los Caballeros Templarios (quienes habían decretado una supuesta tregua en marzo pasado) se debe a dos factores; el primero de ellos, su constante lucha con las llamadas policías comunitarias que no los dejan operar en las regiones conflictivas; el segundo, que con el operativo federal ha disminuido la forma en la que transportan las drogas.