AUTOR: HUGO ESPINOZA CAUT.
El abuso sicológico sufrido por un menor indígena en Tabasco de parte de un funcionario público ha sido frívolamente utilizado por los medios de comunicación masivos.
Se trata de un niño de la etnia tzotzil, que en Tabasco fue abordado por un funcionario público por estar vendiendo confites en la calle, forma en la que el menor, que vive en la extrema pobreza, obtiene ingresos para comprarse los útiles escolares. El adulto humilla al niño y lo fuerza a botar todos los dulces a la acera, ante el llanto desconsolado del pequeño, quien abnegado obedece.
Las imágenes han dado vuelta el país y han provocado una ola de críticas, que terminaron finalmente con la destitución del funcionario involucrado, un inspector del ayuntamiento de Villahermosa.