El INAH reporta que el proceso de reparación contratado por el Fideicomiso Centro Histórico provocó afectaciones "irreversibles" en la escultura y el pedestal; hay escurrimiento de óxido de los andamios y manchas rosas y verdes.
“El valor cultural del monumento histórico intervenido es incalculable. Sin embargo, la estimación de los daños ocasionados al monumento histórico por la intervención realizada por el señor Arturo Javier Marina Othón, presuntamente contratado por funcionarios del Centro Histórico de la Ciudad de México en septiembre de 2013, asciende a $1’415,723”, determinan las conclusiones del dictamen del organismo.
En septiembre pasado, el organismo capitalino inició la recuperación de la estatua ubicada en la Plaza Tolsá, en la Calle Tacuba, sin embargo, el uso excesivo de corrosivos provocó “daños irreversibles” en la obra.