FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN CARLOS CRUZ VARGAS.
MÉXICO, D.F. En el debate de la reforma hacendaria propuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto comienzan a salir a flote tanto los intereses de las compañías refresqueras –que se quejan por el gravamen que se les intenta aplicar– como los de las principales televisoras, cuyos dueños niegan sus espacios a quienes hablan de los efectos nocivos de las bebidas azucaradas en la salud de los mexicanos.
La semana pasada la asociación civil El Poder del Consumidor denunció públicamente que Televisa, Televisión Azteca y Milenio Televisión se negaron a transmitir el promocional “Impuesto a los refrescos para bebederos en las escuelas”, que en 30 segundos alerta sobre la obesidad asociada al consumo de gaseosas y manifiesta su apoyo al gravamen hacendario a esos productos.
“La idea era salir antes de la reforma fiscal para influir en el presidente; sabíamos que la propuesta se estaba evaluando. Habíamos tenido reuniones en la Secretaría de Hacienda para promover el impuesto al refresco… La idea era salir con el anuncio dos o tres veces durante El Noticiero de (Joaquín) López Dóriga, no más, no había cómo pagarlo”, relata a Proceso Alejandro Calvillo, director de la asociación civil.