AUTOR: JESUSA CERVANTES.
El PAN, el PRI y el PRD están jugando con fuego: intereses que poco tienen que ver con la solidez de los comicios están definiendo el debate al respecto. Hoy, la grilla entre liderazgos, el anhelo de impunidad y la transacción legislativa han contaminado la discusión, antes incluso de que arranque formalmente. En juego está un gasto de miles de millones de pesos, la vocación federalista del país, la justicia electoral y la independencia del árbitro.
MÉXICO, D.F. La reforma energética está en manos de Acción Nacional. Para destrabarla presiona al gobierno federal con el fin de que se aprueben las modificaciones electorales delineadas en el Pacto por México. El PAN quiere nuevas reglas de fiscalización, que eviten casos como el Pemexgate, Amigos de Fox o Monexgate.
Fernando Rodríguez Doval –diputado del PAN y encargado de negociar con el PRD y el PRI el “nuevo modelo político-electoral”– anuncia que la discusión en el Senado arrancará esta semana para que el tema sea votado en la Cámara de Diputados antes de concluir octubre.