"A lo mejor hay más que se puede explotar, pero en el tiempo se va a tener que sustituir con un ingreso básicamente tributario para financiar las presiones de gasto", dijo Joost Draisma, economista jefe para México del Banco Mundial.
Queda la preocupación de que esta reforma hacendaria, en esta fase, no parece resolver uno de los problemas más grandes del país, que es la dependencia de los ingresos petroleros, sostuvo Gloria Grandolini, directora del BM para México y Colombia.
De acuerdo con La Jornada, la reforma -propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto- buscaba elevar en 1.4 puntos del PIB los ingresos del Estado. Sin embargo, ese porcentaje bajó a alrededor de un punto porcentual después de modificaciones realizadas en la Cámara de Diputados.