FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN PABLO PROAL.
Estamos desahuciados: en las mesas de los hogares mexicanos no falta la Coca Cola, aunque la literatura jamás se ha utilizado como condimento. Una familia gasta en promedio 2 mil 613 pesos anuales en bebidas carbonatadas, pero guarda una relación desierta con las expresiones artísticas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó hace unos días los resultados de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2012. Una familia mexicana dedica el 34 por ciento de sus ingresos a comprar alimentos, bebidas y tabaco; 18.5 por ciento a transporte y comunicación, y 13.8 por ciento a educación y esparcimiento; los hogares con menos ingresos dedican el 52.1 por ciento a satisfacer necesidades básicas y únicamente 5.2 por ciento al tercer rubro.
Entre los principales productos de consumo cotidiano se encuentran: gasolina, tortillas, refrescos, tarjeta de celular y pan de dulce. Los resultados de este estudio evidencian que la poesía, el cine, el teatro, las novelas y la pintura son extranjeros en la realidad cotidiana del país.
Las naciones más seguras generalmente están perfumadas de arte. En contraste, las más violentas, intolerantes y corruptas son, por lo regular, los más ignorantes.