AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.
Tras el descubrimiento del yacimiento Libra, a Brasil también le prometieron abundancia pero no fue así. Expertos opinan que México debería mirarse en ese espejo para explotar el petróleo.
Comenzaba para Brasil una “nueva independencia”, el país duplicaría sus reservas. El yacimiento del pre-sal era un “pasaporte hacia el futuro”.
Corría el año 2008 y Dilma Rousseff dirigía el gabinete civil de Lula. Ahora es presidenta de Brasil y desde ese sitio observó la licitación del primer campo del yacimiento, llamado Libra.
Contrario a las expectativas iniciales, de que las mayores petroleras internacionales se interesarían en el esquema de producción compartida que ofreció el gobierno brasileño para el campo Libra, el resultado fue decepcionante para muchos.