La tragedia del asesinato –a manos de un militar– de una adolescente plagiada por el crimen organizado enlutó a una familia de Ciudad Victoria, pero además llamó la atención en torno a un problema creciente en últimas fechas en la capital y ciudades fronterizas de Tamaulipas: el secuestro y “venta” de mujeres muy jóvenes, adolescentes e incluso niñas. Esta nueva actividad delictiva de Los Zetas ha impactado incluso en el sistema educativo del vecino estado de Texas, incrementando su matrícula por la alta inscripción de hijas de familias tamaulipecas.
Betzi Gabriela estudiaba tercero de secundaria; estaba becada gracias a sus buenas calificaciones, su promedio era de 9.2 y encabezaba la escolta de su escuela, cuya marcialidad fue reconocida por oficiales de la Octava Zona Militar, con sede en Reynosa, Tamaulipas.
El pasado 10 de marzo comenzó su tragedia. Ese día y frente a la mirada de asustados vecinos fue secuestrada por un grupo de presuntos zetas cuando caminaba por una calle de la colonia Horacio Terán, en esta capital.