AUTOR: J. JESÚS LEMUS.
En Michoacán, el gobierno está en quiebra financiera, las autodefensas siguen avanzando y, por si fuera poco, no hay respaldo a las políticas públicas planteadas por el Gobierno Federal.
El estado de Michoacán apunta a convertirse en un lastre para la Federación, o por lo menos, en un estado incómodo.
El gobierno de esta entidad se encuentra en quiebra financiera, no hay visos de solución a la deuda pública estatal, los grupos armados de autodefensas siguen avanzando y no hay respaldo a las políticas públicas planteadas por el Gobierno Federal.
El gobernador priísta Fausto Vallejo lo niega, pero el estado de Michoacán está cada vez más alejado de la política pública del presidente Enrique Peña Nieto, al menos así quedó demostrado al no votarse en el congreso local la reforma energética.