AUTOR: ARMANDO ESTROP.
A pesar de lo escandaloso que resulta la red de familiares del presidente del TEPJF trabajando en el propio tribunal, los legisladores tratan el tema con cierta indiferencia. Ni acusan ni defienden
El Poder Legislativo responde con tibieza sobre las oscuras prácticas del Poder Judicial. No los acusan, pero tampoco los defienden. Lo mejor es voltear para otro lado.
Y es que siempre conviene tener al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de su lado. O tener a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Los partidos nunca saben cuándo se les podrá ofrecer la buena relación.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya, responde lacónico que, de ser ciertas las redes de familiares y políticas en torno a magistrados y ministros, se debe de investigar.
Y en caso de que a algún partido le interese –la propia respuesta exime al PAN- está en la total libertad de presentar una iniciativa para que se acote o castigue las redes de poder.