AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
MEXICO, D.F. (apro).- La administración de Enrique Peña Nieto ha asumido la práctica de gobernar mediante mensajes que difunde en las redes sociales a través de su cuenta de Twitter. Así lo ha hecho con las reformas constitucionales y con otras acciones que tienen implicaciones sociales, como es el caso de Michoacán.
Alfredo Castillo, el comisionado del gobierno federal para enfrentar el conflicto armado en Michoacán, ha seguido a pie juntillas esta cómoda práctica de actuar sin tener contacto con la ciudadanía afectada y menos con la opinión pública y la prensa.
Desde que el exprocurador del Estado de México y amigo de Peña Nieto llegó en enero a Michoacán, vio en Twitter el mejor instrumento político de comunicación para evadir cuestionamientos de la opinión pública frente a las acciones que tomó y que algunos michoacanos consideraron violatorias de la Constitución del estado, como la sustitución de toda la estructura judicial y policiaca michoacana por agentes mexiquenses.