AUTOR: JAVIER ESTRADA.
Habitantes de la región sísmica de Nuevo León, que coincide con la zona del fracking para la extracción del hidrocarburo, advierten de contaminación en el agua y del negro historial de la compañía Comesa.
Propietarios de ranchos y pobladores de ejidos en la zona sísmica de Nuevo León temen la contaminación de ríos y presas por la extracción del gas shale que realiza Pemex.
El temor de los habitantes es fundado: la empresa encargada de hacer los estudios sísmicos para localizar los yacimientos del hidrocarburo tiene un negro historial de quejas y devastación ambiental.
Compañía Mexicana de Exploraciones, S.A. de C.V., (Comesa) es la filial de Pemex encargada de contribuir con el programa exploratorio de la paraestatal en los municipios de Los Ramones, General Terán y China, donde su actividad coincide con el enjambre sísmico.
Esta sociedad está integrada con una participación estatal mayoritaria y por la petrolera transnacional Schlumberger, encargada de algunas operaciones en la región, como el pozo Nerita-1, donde se extrae el gas shale o de esquisto.