Los trágicos hechos de Guachinango, Jalisco, demuestran que los grupos criminales diversificaron sus negocios y están dispuestos a atentar contra el Estado para proteger su mercado
Las cifras sobre la industria ilegal del hidrocarburo en Jalisco llevan años que rebasan la media nacional, y han registrado un incremento gradual.
La disputa entre grupos criminales por el control de este mercado negro los han llevado a la incursión de nuevas formas de extorsión con los empresarios gasolineros de municipios que se encuentran fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), para que vendan el hidrocarburo robado.
Jalisco es el estado con más averiguaciones previas por robo de combustible (véase Jalisco, primero en venta de gasolina ilegal), lo que da una idea de la dimensión del mercado en la entidad.