AUTOR: J. JESÚS LEMUS.
Hasta antes de que el Gobierno Federal entrara a Michoacán para restablecer el estado de derecho, la imagen del fundador de los grupos de autodefensa, José Manuel Mireles, era la de un ciudadano ejemplar que rayaba en el umbral del heroísmo. Bastaron 15 días de relación entre el líder de las autodefensas con la Federación, para que esa imagen se viniera abajo. A los ojos de la autoridad, Mireles pasó de héroe a villano.
Las primeras entrevistas en medios electrónicos nacionales que hablaban del doctor de un pueblo de Michoacán.
Se decía decidido a armarse para defender la seguridad de su persona, su familia y sus bienes.
La imagen mediática que se ha generado del líder de las autodefensas hoy es muy distinta.
José Manuel Mireles es ahora un rebelde que se niega a acogerse a los acuerdos para deponer las armas, que insiste en que no se ha erradicado al crimen organizado y que está llamando a un movimiento nacional de autodefensa.