AUTOR: JESUSA CERVANTES (ANÁLISIS)
MÉXICO, D.F. (apro).- Mientras Enrique Peña Nieto se placea por el continente europeo y, de la mano del procurador de la República y el director de Pemex, ofrece ventajas por invertir en el sector energético, en México sus funcionarios de Hacienda no atinan a decir cómo y cuándo los mexicanos recibirán los beneficios por abrir la venta y extracción de los hidrocarburos a la iniciativa privada.
De la corrupción en Petróleos Mexicanos nada se ha dicho durante la gira. Sin embargo, previendo alguna pregunta incómoda sobre el escandaloso caso de Oceanografía, la comitiva de gobierno incluyó al “infalible” procurador Jesús Murillo Karam y, por supuesto, al director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, para que ofrezcan con lujo de detalles “el portafolio” de oportunidades que tendrán quienes inviertan en el sector.
Para el gobierno es más importante que el director de Pemex detalle a extranjeros la panacea energética en que se convertirá México, que informar a legisladores federales cómo se operó el fraude de Oceanografía, Evya, Hewlett Packard y otras firmas; desde cuándo se detectó la connivencia de empleados de Pemex, cuántas denuncias se han interpuesto por el saqueo al erario federal vía la paraestatal y, por supuesto, cuántos casos más pudieran existir.