AUTOR: ÁLVARO DELGADO (ANÁLISIS)
MEXICO, D.F. (apro).- Felipe Calderón hizo en Brasil lo que no puede hacer en México: Asistir a un espectáculo masivo tras la herencia de sangre, pobreza y corrupción que marcaron su sexenio.
“Con mi hijo Luis Felipe y aficionados durante el triunfo de México en Natal, Brasil”, escribió Calderón en el selfie que difundió el sábado 14, un día después de que la selección mexicana de futbol debutó con un triunfo sobre el enclenque Camerún.
Con aficionados mexicanos de fondo, Calderón se tomó la foto sonriente, mostrando los colmillos y los ojos hinchados.
Y cómo no va a sonreir si los mexicanos pagan el viaje en avión y crucero.