AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
Las autoridades capitalinas emplearon la fuerza pública contra un reducido grupo de jóvenes que, de forma pacífica, intentó llegar al Zócalo para denunciar el acoso de una organización de comerciantes ambulantes.
El pasado 10 de junio, un grupo de unos 40 anarquistas dañó distintos negocios del Centro Histórico, lanzó una bomba molotov a la sede del PRI-DF y golpeó a varios periodistas que cubrían la conmemoración del 43 aniversario del Halconazo, sin que las autoridades capitalinas hicieran algo para contener a los agresores.
En contraste, un día después, las autoridades de la Ciudad de México emplearon la fuerza pública contra un reducido grupo de jóvenes que, de forma pacífica, intentó llegar al Zócalo para denunciar que, presuntamente, son acosados por una organización de comerciantes ambulantes.
“Los hechos ocurrieron la mañana del pasado 11 de junio –denunciaron ayer los jóvenes que acusan represión–, (cuando) nuestros compañeros participaban en una protesta pacífica en la sede del Gobierno del Distrito Federal para denunciar, entre otras cosas, las amenazas de muerte y las agresiones verbales y físicas de las que hemos sido objeto”.