AUTOR: GIZÉH JIMÉNEZ.
Se avecina una serie de problemas en la operación y en los procesos del sistema de justicia, donde la ley exige que, ahora sí, los policías deben ser investigadores y conocer hasta tres códigos penales que varían sus reglas.
Nadie se imagina a un policía municipal, estatal o ministerial, diciéndole a su compañero: “Pareja, ¿con qué código penal vamos a detener, interrogar y pedir el arraigo del individuo?...”.
Y eso es lo que marca la ley, que ahora los uniformados y ministeriales son auxiliares de investigación y deben conocer exactamente cuál es el Código Penal que deben aplicar en esta transición a la normativa única nacional que entrará en vigor.
Habrá hasta tres códigos penales ejecutándose simultáneamente porque los casos no pueden migrar sus procesos al Código Nacional de Procedimientos Penales si iniciaron con el sistema tradicional, o con el Código Penal reformado en Nuevo León en el 2004.