AUTOR: JESÚS CANTÚ (ANÁLISIS).
MÉXICO, D.F: El periodo extraordinario que celebró el Congreso de la Unión el jueves y viernes pasados fue únicamente para enmendar los errores y/o descuidos cometidos al aprobar el paquete de reformas político-electorales en el más reciente periodo ordinario; incluso la modificación al artículo 87 de la Ley General de Partidos Políticos (LGPP), que provocó el disgusto de los panistas al punto de levantarse de la negociación de la reforma energética, y que finalmente no fue aprobada en el Senado, busca simplemente homologar las disposiciones de la LGPP con las establecidas en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE).
Los legisladores aprobaron tres modificaciones a las leyes recién aprobadas: una, al artículo 16 de la Ley General de Delitos Electorales (LGDE), que tiene que ver con las multas a los ministros de culto religioso que induzcan a votar a favor o en contra de determinado candidato; a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, para derogar la pensión destinada a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; y la ya citada de la LGPP respecto al cómputo de los votos de los partidos políticos coaligados en caso de que el elector marque más de un cuadro, que se aprobó en la Cámara de Diputados pero no en la de Senadores.