AUTOR: CÉSAR CEPEDA.
Cuatro años después, la historia se repite: el estallido de violencia que ocasionó en Tamaulipas la división entre el Cártel del Golfo amenaza con propagarse a Nuevo León como una onda expansiva.
Amenaza el resurgimiento de la ola de violencia que hundió a Nuevo León y al área metropolitana de Monterrey en la peor crisis de inseguridad de toda su historia, la cual irrumpió primero por los municipios del norte que colindan con el estado de Tamaulipas.
Hace cuatro años fracasó el blindaje anunciado por las autoridades estatales y federales para intentar contener dentro de Tamaulipas los estragos de la guerra que provocó la ruptura entre el Cártel del Golfo y su brazo armado, Los Zetas.
Simplemente, no fue posible detenerlos.
Nuevo León y sus municipios se convirtieron en zonas de guerra por la violenta disputa que protagonizaron los cárteles de la droga en busca de dominar territorios.