AUTOR: J. JESÚS LEMUS.
El gobernador sustituto de Michoacán comenzó los cambios en la administración. Los elegidos por Salvador Jara Guerrero son personas de confianza del comisionado Alfredo Castillo.
Apenas fue ascendido a gobernador sustituto, Salvador Jara Guerrero decretó lo que será el sello de toda su administración al frente del gobierno estatal de Michoacán: borrar cualquier vestigio de corrupción heredado de su antecesor Fausto Vallejo.
La labor comenzó por la remoción de los principales funcionarios de la administración priista.
La limpia al interior del gabinete que dejó Vallejo ha servido de enroque al comisionado federal Alfredo Castillo, quien ha colocado en posiciones estratégicas a sus más allegados hombres y mujeres de confianza.
Jara Guerrero sabía que ese sería su papel: avalar las acciones de la Federación para asegurar la fortaleza institucional, y no ha decepcionado a nadie.