AUTOR: ANABLE HERNÁNDEZ.
Rodeada de un halo de elitismo, la Westminster School de la Ciudad de México resultó ser un lugar donde se solapó y, más todavía, se propició una serie de abusos sexuales contra niños y niñas de entre dos y 12 años. En vez de atender las denuncias de los padres, la institución optó por encubrir a los criminales que estaban en su nómina. Ahora, una vez que las autoridades confirmaron la comisión de los delitos, el colegio anuncia su cierre definitivo.
MÉXICO, D.F: El próximo 15 de julio, la Westminster School, uno de los colegios privados más caros y supuestamente de más alto nivel educativo de la Ciudad de México, cerrará sus puertas tras 66 años de existencia. La explicación de la escuela es que su director y dueño, Byron Iconomópulos, está enfermo y la institución tiene problemas financieros.
La realidad es otra. En esa escuela, niños y niñas de entre dos y 12 años fueron víctimas de abuso sexual por parte de algunos profesores durante al menos ocho años, según averiguaciones previas abiertas en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).