AUTOR: JENARO VILLAMIL.
MÉXICO, D.F. (apro).- Se cumplieron con creces los malos augurios que advertimos cuando publicamos en Procesoque desde enero de 2014 hubo un pacto entre el presidente Enrique Peña Nieto y Grupo Televisa.
El dictamen que finalmente hoy dieron a conocer las comisiones –que nunca discutieron pública y abiertamente– es un ejemplo del peor modelo de legislación para telecomunicaciones y radiodifusión.
La complejidad técnica y jurídica del tema no tiene por qué ensombrecer el asunto fundamental: no se van a democratizar las estructuras de los medios de comunicación, no habrá diversidad y pluralidad de contenidos, no se combate a los monopolios, por el contrario, se les fortalece, y en lugar de ser una ley convergente mantiene por separada la posibilidad de que México entre a una legislación moderna en materia de contenidos, de libertad de internet y de acceso de la población a las nuevas tecnologías.