AUTOR: LUIS HERRERA.
En el año 2012 un juez de Jalisco liberó a un par de secuestradores sin al menos estudiar las 14 piezas probatorias que los incriminaban; el juzgador solo adujo que se había equivocado al momento de imprimir la sentencia. Reporte Indigo presenta los detalles del expediente.
Una de las historias de corrupción más oscuras que ha escrito el Poder Judicial de Jalisco se dio en el año 2012, cuando uno de sus jueces determinó poner en libertad a un par de secuestradores sobre los que pesaban más de 14 piezas probatorias de su culpabilidad, contribuyendo a la impunidad de uno de los delitos que más agravan a la sociedad.
Ignorar todo un caudal probatorio con declaraciones, audios y fotos incriminatorios, aducir la impresión de un proyecto de sentencia erróneo e invocar una violación al debido proceso, fueron los pasos que siguió el juez para liberar a los secuestradores.
El hecho podría costarle el puesto al juez, pero los detalles del caso, no expuestos sino hasta ahora, describen las profundas deficiencias del Poder, y de su limitado sistema de vigilancia; el mismo que combatió hasta evadirse de la aplicación del control de confianza.