AUTOR: ANABEL HERNÁNDEZ.
Si bien el gobierno de Enrique Peña Nieto confía en tener neutralizado al Chapo Guzmán, el líder del Cártel de Sinaloa acaba de darle una prueba de que aún tiene poder: Aun cuando se encuentra recluido en una celda de aislamiento en el penal del Altiplano, logró comunicarse con otro huésped notable de la prisión, La Barbie, y entre ambos pusieron de cabeza a esa cárcel de alta seguridad al organizar una huelga de hambre de casi mil reos. El motivo: presuntas violaciones a sus derechos humanos.
MÉXICO, D.F: Joaquín El Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, y Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, encarcelados en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, hicieron un frente común y la semana pasada le mostraron su fuerza al gobierno federal: organizaron a casi mil internos de cinco módulos de la prisión para iniciar una huelga de hambre en protesta por presuntas violaciones a sus derechos.
Según información revelada a Proceso desde el interior del penal y confirmada por abogados de algunos reclusos, la huelga de hambre encabezada por El Chapo y La Barbie –que fue socio de Guzmán Loera en la llamada Federación y después su enemigo, como lugarteniente de los Beltrán Leyva– comenzó el miércoles 16 y se mantendrá “hasta nuevo aviso”.