AUTOR: REDACCIÓN.
(21 de julio, 2014).- Tras los intentos del gobierno de Rafael Moreno Valle, en Puebla, por deslindarse de la muerte del menor José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, e inculpar a los manifestantes de San Bernardino Chalchihuapan, la necropsia practicada al niño de 13 años desmintió que la lesión cerebral fuera provocada por un cohetón arrojado por los inconformes, pues no se encontraron rastros de pólvora.
“No hay huella de pólvora y eso puede verse en el acta de defunción. Se tiene un impacto en el área occipital izquierda (…) desde luego podría ser de un objeto contundente”, comentó Arturo Rivera Pineda, abogado de Elia Tamayo, madre de la víctima.
Asimismo, el procedimiento mostró un conjunto de irregularidades, a decir del abogado. Los familiares no fueron informados sobre el traslado de José Luis, tampoco se les avisó del fallecimiento, la necropsia se llevó a cabo sin autorización y el reconocimiento del cadáver fue postergado por horas.