AUTOR: JENARO VILLAMIL (ANÁLISIS)
MEXICO, D.F. (apro).- Sorpresivamente, la tarde del lunes 14, el líder sindical de los petroleros, Carlos Romero Deschamps, apareció en el recinto de la Comisión Permanente donde se realizaba la sesión de comisiones dictaminadoras de la reforma energética.
Llegó acompañado de Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores del PRI y viejo amigo suyo. De hecho, gracias a los buenos oficios de Gamboa Patrón, el magnate sindical logró llegar al Senado en la fórmula plurinominal y obtener fuero legislativo por seis años.
Romero llegó molesto al Senado. Se le notaba en su gesto, normalmente adusto. Se arrellanó en su curul. No entendía ni de qué se trataba el debate en ese momento. Se puso a increpar al senador del PAN, Francisco Domínguez. Bravucón, como si saliera de una cantina, Romero retaba al presunto aliado del PRI a demostrar que Pemex había sido improductivo.