AUTOR: LUIS CHAPARRO.
CARRIZO SPRINGS/ALPINE, TEXAS.- En el verano de 2011 un grupo de hombres vestidos con overol café comenzaron a explorar las tierras que van desde la Reserva Nacional de Big Bend –casa de unos 150 pumas en peligro de extinción– hasta el pintoresco poblado de Alpine, Texas.
Recorrieron cientos de kilómetros de tierra rojiza, desértica, levantaron muestras e hicieron perforaciones en algunos puntos. Luego agarraron su equipo y, así como llegaron, con el ruido de los motores haciendo eco en las pequeñas casas de madera de Alpine, partieron rumbo a la carretera 90 de Texas. No se les volvió a ver.
Tres años después, los residentes se enteraron de que aquellos hombres habían encontrado unos 10 mil puntos bajo tierra ricos en petróleo –una mina de oro para las compañías que practican la fracturación hidráulica o fracking, método que permite obtener hidrocarburos resquebrajando el subsuelo.