AUTOR: EMILIO GODOY.
Justo cuando en México se aprobó una ley secundaria en materia energética que no sólo estimula a los inversores extranjeros sino que les ofrece garantías inusitadas, en Estados Unidos están en marcha varios juicios de particulares contra las compañías petroleras que aplican el método del fracking o fractura hidráulica, por sus agresiones al entorno natural y los riesgos para la población. Aunque el impacto de estas querellas podrá evaluarse en unos años, cuando se den los veredictos, algunos condados y estados ya están restringiendo esas actividades.
MÉXICO, D.F: A un grupo de habitantes de los condados de Lander, Nye y Esmeralda, en el estado de Nevada, no les quedó otro camino que la ruta legal para impedir que el gobierno estadunidense vendiera tierras federales para desarrollar proyectos de exploración y explotación de gas shale o de lutitas.
“Necesitamos hacerlo para atraer la atención de la agencia gubernamental. Con el plan de gas shale existe la posibilidad de cambiar todo lo que existe y que ya no podamos ser productores agrícolas”, explica a Proceso Debra Amens, abogada de la sociedad de responsabilidad limitada Reese River Basin Citizens Against Fracking.